Progr.9-VIII-20

Audio completo en

https://www.ivoox.com/54972996

Lo escrito, en:

www.arribando.com.ar

Documental “Sobre el agua”, en:

https://youtu.be/vy_phBhnza0

Ambiente urbano: caos vehicular, legalizando lo ilegal – Ley de humedales: Lic. Roberto Bo – Agua: Dra. Rosana Hammerly

– – – –  Nuevamente escuchamos noticias del ambiente urbano, y al caos en las calles de nuestra ciudad y, a pesar de haber problemas mucho más graves que resolver, se reunieron autoridades, y políticos de la ciudad, a pedido de los bicicleteros.

Sería bueno saber si los ciclistas conocen sus obligaciones para transitar, y si el municipio le brinda, o le exige, algún tipo de obligación para hacerlo. En el caso de las motos, deberían saberlo, porque para transitar, necesitan tener carnet habilitante, y, para tenerlo; saber sus obligaciones. Sin embargo, también son un problema

El 95% de los ilícitos se consuman utilizando una moto.
El 90 % de las motos no tienen patente que permita identificarlas.
La gente legal tiene patente en su vehiculo. ¿Porqué no dictar una resolución para que las motos sin patente sean secuestradas, y elaborar un método que sea eficaz para detenerlas? Los operativos actuales son detectados a larga distancia y solo requieren un viraje de 180º para escapar. El tema es que escuchamos hablar de la efectividad de los operativos, pero circulando por la ciudad, las motos sin patente son las más, y si se ha aumentado el uso de cascos, es porque han aumentado los motochorros, que necesitan no ser identificados.

Y no hablemos de los motociclistas ignorantes e irresponsables que, a eso, suman el transporte de niños, sin ninguna protección, en sus ilegales máquinas.

Y, leyendo las noticias del plan inclusivo de tránsito para la ciudad, en la fotografía que lo ilustra, hay una bicicleta y una moto, en evidente transgresión e ilegalidad. ¿De eso se trata? Incluir en la legalidad a bicicletas y motos que no cumplen ninguna norma?

¿No se tendría que empezar por hacer cumplir las normas de tránsito? El plan de las autoridades locales, como les decía, fue promovido por los usuarios de bicicletas que, desde siempre, han incumplido los requisitos legales para circular, que también incluye a las motos; la gran mayoría ilegales. Mientras tanto, los automovilistas, que pagan patente, seguro y, seguramente, la mayoría, contribuyentes, son continuamente controlados y sancionados, se deben adaptar al tránsito de las bicicletas, y perderán sus vías de tránsito rápido para acceder a los centros urbanos; como ocurre en las ciudades modernas. Sería más lógico, e inclusivo, plantearse hace cumplir las leyes; a todos, por igual. La legislación establece que en zona urbana la velocidad máxima en calles es de 40 km/h. y en avenidas 60 km/h . La velocidad media de las bicicletas, es  de 12 a 15 km/h. Queda claro que lo más fácil, posible y menos trabajoso es lentificar los autos, y acercarlos a las bicicletas ¿Qué pasará el día que se privilegie a los peatones?

Mientras tanto, para los inspectores y las inspectoras de tránsito, que debieran cumplir, integralmente, su rol, y su responsabilidad, de funcionarios públicos, parece que las bicicletas y las motos, son invisibles, y su función radica en confeccionar multas a autos mal estacionados, aunque no impliquen ningún peligro. Eso si, en la zona céntrica porque es más cómodo y productivo, mientras que, fuera de los boulevares; zonas vedadas, ochavas o esquinas, veredas y sendas peatonales; son lugares utilizados para estacionar, impunemente…, sin ningún control; parece que no es zona rentable.

– – –  Y el fuego, el humo, la bajante, y la indiferencia de los responsables, nos hace volver a mirar nuestros humedales, e invitar a nuestro amigo, el licenciado Roberto Bo; responsable del Grupo de Investigaciones en Ecología de Humedales de la UBA, comprometido con el bien común, y convocado por la Cámara de Senadores por la Ley de humedales, para tener una visión clara y total del tema, en nuestro país. Mientras tanto, nosotros vamos a tratar de concientizar a nuestros paisanos, y compartir nuestra mirada, y nuestras acciones, en torno al paisaje que nos rodea.

Nos parece importante que la población tome conciencia de la importancia de la naturaleza, los humedales y la biodiversidad, para que haya vida en el planeta.

Primero, vamos a intentar dimensionar algunos valores que están totalmente devaluados, en el concepto de la gran mayoría humana, y que responden a las características, naturales que los rodean, a la abundancia y a la posibilidad de disponer de ellos, en el momento que dispongan. Y eso pasa con el paisaje, la biodiversidad y, fundamentalmente, con el agua, que abunda y nos acompaña toda la vida, como un elemento más de nuestra cotidianeidad. Para comprender el valor de la naturaleza que nos rodea, veamos lo que dicen los poderes globales que rigen el mundo. La justicia universal, dice:

El paradigma jurídico que ordena la regulación del agua es eco-céntrico, o sistémico, y no tiene en cuenta solo los intereses privados o estatales, sino los del mismo sistema, como bien lo establece la Ley General del Ambiente.  En la protección de una cuenca hídrica y, en especial, de un humedal, se debe valorar la aplicación del principio precautorio y el principio in dubio pro natura, que establece que, en caso de duda, debe favorecerse la protección y conservación del ambiente, dando preferencia a las alternativas menos perjudiciales. Este principio, como base del Derecho Ambiental “In dubio pro natura”, se traduciría: “ante la duda, actúa a favor de la naturaleza”

La Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra) se sumó, hace un mes, ?al pedido de tratamiento del proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección de Humedales, al considerarlo “de extrema importancia para garantizar los servicios ambientales a todos los habitantes de nuestra nación”. La Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe, integrante de Adpra, expresó su satisfacción por el pronunciamiento realizado por la entidad que nuclea a los defensores del Pueblo del país.

“Según los expertos internacionales de la Convención Ramsar, estos ecosistemas –de los más biodiversos del planeta y de cuantioso valor ambiental, están desapareciendo a un ritmo tres veces mayor que los bosques. Un ritmo que se aceleró aún más luego del año 2000”, sostiene el documento elaborado por Adpra, en el que se insta a los legisladores nacionales a sancionar una norma que proteja los humedales.

“Preservar y proteger los humedales es imperativo, y no puede demorarse como viene aconteciendo con el correr de los años, en el que los diferentes proyectos de ley se han sucedido y, a pesar de los diversos tratamientos parlamentarios, a la fecha no han logrado convertirse en ley. Recomendamos encontrar caminos tendientes a lograr los consensos necesarios para su sanción definitiva”.

El día 2 de febrero de 1971 se firma en Ramsar, Irán, el Convenio sobre los Humedales.  A partir de allí se ha tratado que el mundo tome conciencia de la importancia de estos ecosistemas, generadores de biodiversidad fundamentales para la vida. Los humedales son zonas en las que el agua es el principal factor que controla el medio, la vida vegetal, y animal relacionadas con él. Son sitios donde la capa de agua se halla en o cerca de la superficie de la tierra o donde la tierra está cubierta de agua poco profunda

Los ríos, como humedales, constituyen una parte fundamental de los ecosistemas terrestres, ya que ellos funcionan como corredores ecológicos, para la flora y la fauna, dando integridad a los ecosistemas terrestres del planeta, y en el año 2011, 168 estados miembros de todo el mundo se habían sumado al convenio RAMSAR.

Uno de estos países firmantes, es nuestro país.

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Entre las zonas fundamentales consideradas, figuran los humedales del Paraná Medio,. Y apareció una señal imposible de no ver, hace poco tiempo, la organización internacional Ramsar ha declarado sitio Ramsar al Predelta del Paraná Medio, que incluye a las Islas de Santa Fe. Las islas, sus arroyos, riachos y la belleza paisajística, que estamos tratando de salvar desde hace mucho tiempo es decir nuestros humedales, los humedales que conforman más del 70% del municipio y del que, gran parte, está desapareciendo por acciones ilegales del hombre, sin que los gobernantes sean capaces de visualizarlo¿Habrá llegado la noticia a Irán?

Si fuésemos un país lógico, todo nuestro territorio debería ser un sitio RAMSAR, porque el art. 124 de la constitución nacional, el art. 2340 del Código Civil, la ley federal 25675 y, en nuestra provincia, la ley 11717, disponen la protección de los humedales y del medio ambiente. Pero, lamentablemente no es así.

Nuestro programa, hace unos años, hizo una propuesta, al Ministerio de Educación, para colaborar, con la formación de una conciencia medioambiental en las escuelas. No tuvimos respuesta. Reclamamos integrar la cultura medioambiental a todo el ámbito de la educación y la información y, desde el conocimiento, exigir un mayor interés por parte de los funcionarios.

Dicen que ahora nos vamos a reinsertar entre los países avanzados del mundo. Esperamos que sea así, y que, como los países evolucionados, se cumpla con el convenio que se ha firmado, y las autoridades tomen conciencia del compromiso que significa un uso racional en beneficio de la humanidad, y obren en consecuencia.

Los humedales son los recursos principales para los seres humanos y constituyen un componente decisivo y fundamental del ciclo hidrológico que mantiene el abastecimiento de agua, del cual depende nuestra vida.

Y aquí tenemos que remarcar, una vez más, el concepto del científico Bradley Cardinale de la universidad de Michigan: “La diversidad de un hábitat natural permite limpiar los contaminantes que se liberan en el ambiente, por lo que la pérdida de la biodiversidad, podría poner en peligro la capacidad del planeta para limpiar lo que el ser humano ensucia”.

Debemos tomar conciencia sobre lo que es una preocupación en el mundo entero, y tema de los últimos encuentros de organizaciones dedicadas al estudio y preservación de los ámbitos naturales.

Y si es preocupante en todo el planeta, es elemental que en un municipio como el nuestro, en el que más del 70% de los 268 km2 son humedales, estas leyes deben ser fundamentales y prioritarias en pro del ambiente, del bien común y del futuro de la humanidad, más ahora que son sitios Ramsar.

Vale recordar que en la Argentina existen aproximadamente 600.000 kilómetros cuadrados de humedales, lo cual representa el 21,5% del territorio nacional. Se trata de reservorios de diversidad biológica, fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir, que brindan enormes beneficios: desde suministro de agua dulce, alimentos, materiales de construcción y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.

Debatir una ley de humedales constituye una cuestión impostergable, dada su función regulatoria y su importancia. La inacción legislativa solo permite que estas valiosas áreas sigan degradándose frente a la presión de los negocios inmobiliarios y la posibilidad de que la Corte Suprema no esté en condiciones de abocarse a todos los casos.

Y continuando con ejemplos que sirvan para concientizar, a la gran mayoría, y acciones que pongan de relieve la inacción de los funcionarios: compartimos experiencias.

Hace muchos años que actuamos para defender y salvar los humedales de nuestro paisaje ribereño. Para salvarlos, convocamos a autoridades municipales.

Como nuestro axioma es: La palabra sin acción es ficción; los trasladamos, varias veces, para que vean, cursos de agua en cuya boca había alambrados o árboles hachados, para provocar su desaparición. A no tener respuesta, hicimos una presentación en la Defensoría del pueblo. Elevaron las actuaciones a Buenos Aires y, pienso; allá estarán inconstitucionalmente. Teniendo en cuenta que están dentro del éjido municipal, se lo dijimos al intendente; nos sugirió que hagamos una denuncia en la clínica jurídica de la Fac de humanidades de la UNL. Nos pareció extraño, pero allá fuimos. La señorita a cargo nos informó que, con la sola condición de ciudadanos, no podíamos hacer ninguna denuncia.

El año pasado, por consejo del Dr. De Olazábal, presentamos una nota al Ministerio Público de la Acusación. Pasados varios meses sin noticias. Reclamamos y nos informan que pasó al Juzgado Federal. Otro reclamo; no existe. Nuevamente al Ministerio; muestran acuse de recibo. De nuevo al Juzgado. No es aquí, es el Juzg. nº 2. Al juzgado nº 2. Otro reclamo, y al pasar más de un mes, recurrimos, nuevamente, a quien nos sugirió el trámite. Pasó un tiempo sin noticias, e hicimos otro recordatorio al Dr. De Olazábal. Nos comunicó que iba a insistir, porque no le habían contestado.

Imagínense que si el fiscal general tiene inconvenientes en sus reclamos, que  esperanza puede tener un ciudadano cuyo único respaldo es ser medianamente solidario e interesarse y preocuparse por problemas que afectan a todos.

Un ciudadano común no tiene derecho a defender los intereses comunes. Un ciudadano poderoso puede vulnerar, impunemente, los derechos de todos. Y, como muestra de la conciencia ambiental de otros paises, escuchamos a un cantante popular colombiano: Victor Peña, cantarle a los humedales. Mientras; nos comunicamos con el licenciado Roberto Bo.  Los Humedales Victor Peña – 4,05 min. Colombiano

 

– – – – -Ahora, les presentamos a Rosana Hammerly: Magister en ingeniería de los recursos hídricos y doctor internacional por la Universidad de La Coruña en el programa de ciencia y tecnología ambiental, y profe de la UNL., con  su espacio, llamado: Rosana y el agua. Hoy nos plantea; los problemas del agua ¿Son ambientales o de gestión?

 

Y ANTES DE DESEMBARCAR, UNA SONRISA PARA ALIVIANAR

LAS NAVES DE TODOS.

*Carta de un marinero enamorado
Amor mío:
Por ti soy capaz de cualquier cosa.
Cruzar nadando los océanos.
Afrontar las tormentas más grandes de la mar.
Gritar a los cuatro vientos mi amor por ti

Enfrentar olas de cualquier altura con tal de verte…
Te amo tanto, tanto. Tu novio.
P.D. Iré a verte el jueves…., si no llueve…..*