Progr. 19-IX-19
Orcas varadas – Bajada de lanchas – medioambiente urbano vs intereses políticos – Verde ecológico – Cambio climático, Greta Thunder y Ecovoluntarios
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Lo escrito, en:
Documental “Sobre el agua”, en:
En Mar Chiquita, aparecieron siete orcas varadas en la playa. Seis lograron ser devueltas al mar, por el esfuerzo de mucha gente que las ayudó. La más grande murió. Es un misterio, la causa que hace perder la orientación, a estos cetáceos, pero, en este caso, hubo algún informe científico que atribuyó esta carencia a las ondas sísmicas generadas por un buque, en la zona, seguramente para detectar petróleo, y que producen interferencias perturbadoras que hacen, a las orcas, extraviarse. Pareciera que el hombre, en sus acciones, no considera a la naturaleza como imprescindible para su vida.
– – – Un saludo cordial, para nuestro amigo José de Rafaela, defensor de la naturaleza, y compartimos su alegría al haber salvado un roble centenario, al lado de su vivienda, y que el progreso de hormigón, quería eliminar.
– – – – Ante la noticia de que El Concejo municipal aprobó una resolución para que se estudie la factibilidad de construir una bajada de lanchas en la margen oeste de la Laguna Setúbal, recibimos un mensaje de Jorge Rabey, una persona, que nos consta, está permanentemente preocupada por la ecología y el bien común.
Compartimos su inquietud: Como ecologista entiendo que en toda intervención sobre la costanera debe aplicarse sin ninguna duda el principio de precaución, pensar muy bien antes de hacer algo.
Una bajada de lanchas, puede significar una invasión de motovehículos de distinta potencia en una laguna que debería preservarse de los ruidos y agresiones que recibirían quienes disfrutan del canotaje, la vela y la natación.
Antes de hacer esta bajada debería legislarse muy firmemente sobre el uso de la laguna. Y nosotros agregamos, la frase de Robert Green: “En la naturaleza no hay premios ni castigos, solo hay consecuencias”.
– – – – Y, antes de un pequeño paréntesis, la inevitable visión del medioambiente urbano. “Si el gobernante se impone por sus cualidades y mantiene el orden en armonía con las buenas costumbres, el pueblo sentirá vergüenza de actuar mal y avanzará por el camino de la virtud”. Confucio.
Confucio, era un sabio, pero su pueblo era chino y, seguramewnte, sentía vergüenza de actuar mal. En nuestro caso, probablemente, el pueblo no sienta vergüenza de actuar mal, y, en esta observación inversa, podemos sacar conclusiones.
Nuestros gobernantes no se imponen por sus cualidades, ni mantienen el orden con las buenas costumbres, porque se acomodan a lo que el pueblo quiere, y el camino de la virtud implica un comportamiento que se ajusta a las normas o leyes morales que, siempre, significa dejar de lado el libre albedrío y actuar respetando los deberes y los derechos de toda la comunidad; acciones elementales e imprescindibles, para vivir en una sociedad organizada.
El camino de la virtud no reporta simpatías a los gobernantes, porque, su rumbo, puede no ser cómodo para los ciudadanos. Reporta una adhesión más importante, de la mayoría, gastar dinero en plazas y paseos, que representan esparcimiento e impactan visualmente.
En nuestra ciudad, es fácilmente constatable. Las autoridades, a pesar de irse en unos meses, siguen gastando en publicidad, difundiendo expresiones de unos tontos, y tontas, que están súper contentos y conformes con pasear por lugares, que les han costado mucho dinero, mientras, a su alrededor, transita el caos y el desorden; producto de la incompetencia de sus autoridades y de los intereses, que no son solidarios, ni comunitarios.
Yo pregunto; ¿Si en lugar del marketing político, se reemplazara la publicidad por consejos y difusión de normas que hagan al bien común y lleven al logro de una ciudad organizada?
Pensaríamos que, desaparecidos sus intereses particulares, por fin, actúan en función del bien común. En el plano de lo que debe ser; está bien. Pero aquí; los gobernantes se acomodan a sus intereses. Muchos ciudadanos se comportan de acuerdo a su comodidad, y los malos ejemplos, cómodos, van siendo imitados, cada vez más, por gente que, al final, conforman una sociedad acomodaticia; acomodada a los malos gobernantes y a una comunidad subdesarrollada.
Confucio se hace invisible; por lo lejos que estamos de él. Pero nos acercamos un poco más, y Winston Churchill, dijo: El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.
– – – – Antes de encarar nuestro tema principal; una divagación concreta, que nos recuerda a Anaxágoras: “Todo tienen que ver con todo”
A partir de algunos hechos singulares e impactantes mediáticamente, los habitantes del universo, parece ser que han tomado conciencia de una serie de delitos y agresiones para con la naturaleza y con la vida. Gran parte de ellos, proclaman su adhesión a estos principios, identificándose y adhiriendo al color que muestra su progresista posición: el verde.
¿Es el verde, realmente el color que muestra su convicción, simpatía, esencia y adhesión a la vida y a la naturaleza?
Es bastante simple tener una muestra de las elecciones humanas, a partir de los elementos que más aprecia, ambiciona y colman sus deseos y gratificaciones diarias.
En principio, los únicos vehículos verdes son los remises, y, la mayoría de las fábricas de vehículos, no tienen previsto el color verde. En las que figura, es el 1%, y algo parecido pasa con los fabricantes de ropa.
¿Tendrá algo que ver con lo que expresa y con lo que hace, la mayor parte de la gente?
– – – – – Hay toda una movida internacional por temas que tienen que ver con la naturaleza; es decir todo lo que forma el universo en que vivimos, que está, desde que lo habitamos y antes también, sufriendo transformaciones imposibles de dimensionar, que generan inquietud y preocupación en algunos, e indiferencia en otros. En lo que a nosotros respecta, siempre fue una preocupación, que encaramos y accionamos, desde que empezamos nuestra navegación, en el año 2013.
Esto plantábamos en Agosto del 2015. Comenzamos el intento de lograr concretar una idea; promover en los niños la formación de una conciencia ecológica y responsable, que asegure generaciones futuras comprometidas con la vida del planeta, para lo cual proponemos la realización de concursos, en las escuelas, que seleccionen el mejor pensamiento, volcado en una frase, que aporte a la naturaleza, al bien común y a una cultura medioambiental.
El premio es la participación en el programa, la difusión de su pensamiento y el reconocimiento a el y a su entorno, y, lo que es más importante; que sus mensajes funcionen como ejemplos motivadores y sensibilizantes para la gente adulta.
Creemos que la idea es positiva y un aporte para la comunidad. En ese convencimiento intentamos comunicarnos, sin ningún interés material, se entiende, con la ministra de educación, Claudia Balagué, sin embargo, han pasado varias semanas y no hemos logrado un contacto, a pesar de nuestra insistencia.
Es, por lo menos, curioso; nosotros queremos trabajar y hacer algo por la cultura, y quienes deberían ser los mayores interesados, no nos prestan atención.
Luego de inisistir durante dos meses, una tercera persona, me informa: estimo que no es buena etapa para definir proyectos porque no se sabe quien sigue en el ministerio, y aclarábamos: Hacemos este programa, para la gente, y a la gente le contamos todo lo que pensamos y hacemos en pro del bien comun. Con la ministra no tuvimos suerte, pero, cerca de fin de año, nos otorgaron una entrevista, que concretamos, con el subsecretario de innovación educativa, el Sr. Federico Paggi que se interesó y se comprometió a llamarnos. Hecho que estamos esperando.
A esta frustrada acción, se han sumado muchas otras, encaradas por distintos medios y formas, pero sin haber tenido respuestas y acciones que demuestren preocupación por parte de las autoridades.
Este desinterés, y silencio, ante realidades que ocupan e intranquilizan a investigadores y autoridades, de países avanzados, parecía ser una actitud permanente en nuestros políticos y dirigentes; la que era acompañada por la indiferencia de la mayoría de los ciudadanos
Mientras tanto, en Suecia, en agosto de 2018 cuando tenía 15 años, Greta Thunberg
se tomaba un tiempo fuera de la escuela para manifestarse fuera del parlamento sueco, sosteniendo un cartel que pedía una acción climática más fuerte. Pronto, otros estudiantes participaron en protestas similares en sus propias comunidades. A partir de allí se organizaron una serie de movimientos escolares, hasta que el 4 de diciembre de 2018, Thunberg ofreció un discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018 (COP24)
La COP es la Conferencia de las Partes, el órgano supremo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC); es decir, su máxima autoridad con capacidad de decisión. Es una asociación de todos los países miembros (o Partes) que se reúnen todos los años durante dos semanas para abordar el problema global del cambio climático.
En su discurso, Greta, dijo: Mi nombre es Greta Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia. Hablo en nombre de Climate Justice Now (Justicia climática ahora; que es una coalición global) Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque tienen demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia. No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros los niños. Pero a mi no me importa ser popular. Me preocupo por la justicia climática y por el planeta ) Nuestra biósfera se está sacrificando para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de lujo. Son los sufrimientos de muchos los que pagan por el lujo de unos pocos (…) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos.
El 14 de agosto de 2019 Greta cruzó el océano Atlántico a bordo de un velero, como símbolo de no contaminación, y, el 23 de septiembre estuvo en la Cumbre sobre la Acción Climática celebrada en Nueva York, en donde concretó un discurso, del que extraemos algunas frases para compartir y pensar.
«Han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras huecas, y sin embargo soy una de las más suertudas. La gente está sufriendo, la gente está muriendo, ecosistemas enteros están colapsando» «Vienen a nosotros, los jóvenes, buscando esperanza. ¿Cómo se atreven?». Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a comprender vuestra traición., Si eligen fallarnos, les digo, ¡nunca los perdonaremos!», «No dejaremos que se salgan con la suya. Aquí y ahora es donde trazamos el límite. El mundo se está despertando y el cambio está llegando, les guste o no».
El primer discurso, en la COP, de Greta fue muy aplaudido, pero para comprender que las verdaderas acciones por el bien común, generalmente, están lejos del poder, el mismo día, unas horas más tarde, los mismos disputados que aplaudieron el discurso de Greta Thunberg, votaron a favor del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá; el Ceta (El Acuerdo Económico y Comercial Global), que viene a completar el del Mercosur y que inhabilita a los poderes políticos para llevar a cabo políticas sociales y ecológicas.
Estas manifestaciones, y adhesiones, políticas y mediáticas, que despiertan los impactos masivos, generalmente, provocan movimientos y apariciones de toda índole que hacen aparecer a personajes, instituciones y autoridades, que eran invisibles, como si el impacto que, a nivel internacional ha detonado, hubiese sido la mayor preocupación de su vida. Y esto pasa con el tema medioambiente y cambio climático; noticias, programas, marchas y, seguramente, publicitadas acciones educativas de quienes nunca obtuvimos repuesta. Por eso, creemos más en los movimientos genuinos de gente común, pero con principios genuinos y solidarios que priorizan la acción voluntaria para lograr su objetivo. Y unos meses antes de que todo el país, y nuestra ciudad, aparezca como ecologistas, un trío de amigos había tomado conciencia del problema, pusieron manos a la obra, se convirtieron en ecovoluntarios y comenzaron su acción voluntaria y solidaria. Son sinónimos de voluntad; tenacidad, perseverancia, empeño, obstinación, tesón, constancia, y la solidaridad es lo que hace falta, para hacer algo, solo por el bien común. Dijo Sófocles: «La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo». Y ese es nuestro pensamiento. Por eso los invitamos, están con nosotros y, juntos, escuchamos a Andea Bocelli y Canto de la tierra. Después conversamos.