Progr. 28-VII-19
Progr. 28-VII-19 Audio completo en
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Lo escrito, en:
Documental “Sobre el agua”, en:
Taxis y remises – Expedición Atlantis – Agua saludable – Origen del Hombre Humedales – Histórico Fallo de la Corte – Entrevista, Dr. Juan José Neiff.
El Dr. Marcelo Rousic, nos acercó una sugerencia válida. Los taxis y remises son servicios públicos ¿No deberían tener coches adaptados para personas con discapacidad? De paso; al ser un servicio público están obligados a cumplir las ordenanzas, respetar las reglas de tránsito y conducir con las dos manos en el volante.
– – – – Hoy: todo cerca del agua. Primero; un recuerdo; 35 años de la expedición Atlantis.
se nos había olvidado, pero Hugo Palermo nos lo recordó.
¿Y si Colón no fue el primero en arribar a América? ¿Y si navegantes africanos llegaron accidentalmente en balsa derivados por las corrientes marinas 1500 años antes? Alfredo Barragán se hacía esa pregunta, después de ver las esculturas Olmecas, en México; 15 cabezas de hombres negros, talladas en piedra, de 20 toneladas de peso. Y se propuso demostrar que se podía cruzar el Atlántico, como pudo haber ocurrido 3500 años atrás, desde África hasta América, ayudado por los vientos alisios y las corrientes oceánicas, en la réplica de una balsa de la época, hecha de troncos, unidos por cuerdas vegetales.
Y así lo hizo. Hace 35 años, el 12 de julio de 1984, junto a cuatro compañeros, zarpaba desde África, y llegaba a Venezuela, luego de navegar, casi 6000 km, con la única propulsión de una vela cuadra pero sin timón. El rumbo fue aportado por los vientos alisios y la corriente marina de Canarias.
Alguien dijo: “Nadie vence al océano. Y Alfredo Barragán, dice: Nosotros derrotamos el escepticismo estudiando al mar. La naturaleza es franca, es absoluta. Mi diálogo con ella es fácil porque se muestra tal cual es. Me parece una amiga extraordinaria”.
Ojalá sus palabras, sean un ejemplo, para valorar, respetar y amar la naturaleza.
– – – – – Aclaración, ante una información radial sobre el: AGUA POTABLE
Ante una información, del día martes pasado, en que un programa de la radio, afirmaba que el agua, que abastece a la ciudad, se toma del río Colastiné y, acto seguido, trató la contaminación de la Setúbal, que son las mismas aguas que, en la actualidad, se extraen para proveer a Santa Fe, en las tomas provisorias, desde la caída del puente colgante, ubicadas aguas abajo del club de regatas. Y considerando que está en juego la salud de la gente; les hice llegar fragmentos de programas, que venimos divulgando desde el 2013, avalados por investigadores e ingenieros especialistas. Creemos que los medios de comunicación deben cumplir una función social, sin embargo no escuchamos ninguna aclaración, mientras se ocupaba gran parte de la transmisión en defender el derecho a decir la verdad, porque se prohibía el ingreso de periodistas, en algunos casos cercanos al morbo y al sensacionalismo.
Hace más de 200 travesías que venimos peleando para que se cumpla lo dispuesto en la ley 10360, que dice: “Declárase de interés prioritario para la Provincia de Santa Fe, el estudio y las construcciones necesarias para la rehabilitación del acueducto Colastiné – Santa Fe con el fin de obtener agua cruda, libre de contaminación extrema para la ciudad de Santa Fe”. Es muy claro y elemental; traer agua del río Colastiné, tal como se hizo hasta la caída del puente colgante, garantizaría la salud de la población y representaría menos gasto en productos químicos; ahora necesarios para potabilizar un agua con contaminación extrema, como el de la actual toma.
Pero el ahorro de dinero, que sería un ahorro para la población, es nada comparándolo con la salud y la vida de ese mismo pueblo. Existen numerosos estudios de científicos, que prueban la relación que existe entre cloro y cáncer, pero se difundió el último informe del Consejo para la Calidad del Medio Ambiente de los EE.UU., y nos invadió el espanto; el estudio demostró que el riesgo de CÁNCER entre quienes BEBEN AGUA CLORADA es un 93% más alto que entre aquellos cuya agua no contiene cloro.
Nos alegramos cuando se iba a municipalizar la provisión de agua, que es un servicio básico para la salud, y el estado debe garantizarlo, pero no se concretó. El ENRESS, teóricamente, debe controlar a la firma proveedora, pero, en la práctica, no se concreta. De ser así hubiese obligado, a los concesionarios, a cumplir la ley 10360, en cambio no escuchamos ninguna objeción cuando se anunció la construcción de otra toma de agua, cien metros, aguas abajo, de la actual toma Hernandez, para seguir tomando agua contaminada en el mismo lugar en que, según informes de la DIPOS, del año 1995, el agua triplicaba los coliformes totales y fecales del agua del río Colastiné, sin contar la contaminación química, proveniente de la zona de quintas al Norte de la laguna Setúbal. El informe tiene más de 20 años, imaginen hoy; con el crecimiento demográfico y el auge de los agroquímicos. Si se protege la salud de la población, y se ahorra dinero ¿Cuál es el motivo por el que no se toma agua del río Colastiné?
– – – – – Hay teorías que dicen que el origen del hombre se remonta a los peces. Qué loco ¿No? No tan loco. El 70% del cuerpo humano es agua. Agua y peces están cerca ¿O no? Pero escuchen que dicen algunos científicos.
El embrión humano en fase temprana es muy similar al embrión de cualquier otro mamífero, de aves y de anfibios, todos los cuales han evolucionado a partir de peces. No somos tan diferentes a los peces, ambos tenemos ojos, espina dorsal, compartimos con ellos muchas características, algunas son obvias desde fuera: una boca con mandíbulas y dientes, la visión funciona de una forma parecida, y a nivel interno poseemos órganos que tienen la misma función y ubicados en el mismo sitio: riñones, estómago, corazón.
Claro; usted me va a decir que es imposible que los peces puedan estar en la tierra. Hay varias teorías, pero yo le voy a contar algo que puede ayudarnos.
Los peces viven en el agua; igual que los camarones, langostinos, gambas, centollas y otros crustáceos que habitan los mares del mundo. Es decir que los crustáceos están en las mismas condiciones de los peces, y no se ven en la tierra, excepto en algún plato de un restorán; como los peces.
Conclusión; Parece absurdo pensar que una especie acuática viva en la tierra.
Sin embargo, y si usted tiene una casa, y un pedazo de tierra, seguro tiene un crustáceo en el patio. Si, un crustáceo, como los langostinos, camarones, etc., y que, como ellos, tiene una caparazón articulada y respiración branquial. En el vientre tiene unas laminillas, que son las branquias, y la hembra, una bolsa marsupial (como el canguro), donde incuba sus huevos y lleva sus crías, más de dos meses, hasta que comienzan a salir por camadas. Tiene otras características que lo hace especial y, además, como es lógico, sabe nadar. El crustáceo que usted tiene en su casa y que, seguramente, a partir de hoy, va a empezar a considerar, es el bicho bolita.
Como dijimos tiene respiración branquial, como los peces, por lo tanto necesita zonas húmedas para poder vivir; muestra de su origen y transformación. ¿Cómo hizo el bicho bolita que, como todos los crustáceos, habitaba los mares del mundo para llegar a su jardín? Lo mismo que hizo el pez para transformarse en usted y que, junto al bicho bolita, pueda estar en su casa. Trate de comprender y dilucidarlo.
Anaximandro de Mileto, 600 años antes de Cristo, anticipaba la moderna teoría de la evolución, y afirmaba que los primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el sol, y del agua pasaron a la tierra. Los hombres, sostenía, descienden de los peces. Esto de la teoría de la evolución… no es fácil.
Nuestra intención, además de compartir conocimientos, es intentar interesarlos en los procesos naturales y lograr comprensión y participación que vayan generando conciencia y aportes que modifiquen las actitudes negativas del hombre hacia la naturaleza y que, a partir de hoy, el bicho bolita, y los peces, le resulten, a usted y a sus hijos, tan simpáticos como los monitos, y pueda decidir a quien elige como antepasado.
– – – – – Después de seis años martirizándolos con planteos diversos en defensa de los humedales, y acciones para tratar de que la ignorancia del hombre, no atente contra su conservación; esta noticia nos produjo alegría, esperanza, y algo de reconocimiento hacia los hombres que conducen nuestro destino. Esta es la noticia:
Histórico fallo de la Corte en defensa de los humedales y del ambiente.
Consagró el Principio In Dubio pro natura que establece que “en caso de duda, todos los procesos ante tribunales, órganos administrativos y otros tomadores de decisión deberán ser resueltos de manera tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente”; y el Principio In Dubio pro agua, consistente con el principio anterior, que establece que en caso de incerteza las controversias ambientales y de agua “deberán ser resueltas en los tribunales, y las leyes de aplicación interpretadas del modo más favorable a la protección y preservación de los recursos de agua y ecosistemas conexos”.
Desde el 2013 se está intentando lograr la sanción de la Ley de Humedales que, representan el 21.5% del territorio nacional. Más de 600.000 km². Y si consideramos que, entre las zonas fundamentales consideradas, figura el Paraná Medio, es decir nuestros humedales, del 21,5 % de la porción que representan, en todo el país, pasamos al 70% de la superficie total de nuestro municipio, que está conformada por humedales. Los humedales del que forman parte el riacho Santa Fe, el arroyo El Negro, Cherubichá, Pierna Calzón, El Simbolar, la laguna La Cuarentena y tantos otros que han desaparecido o están por desaparecer por la acción ilegal del hombre y la indiferencia irresponsable de las autoridades.
Pero, apareció una señal imposible de no ver, hace poco tiempo, la organización internacional Ramsar ha declarado sitio Ramsar al Predelta del Paraná medio, que incluye a las Islas de Santa Fe. Las islas, sus arroyos, riachos y la belleza paisajística, que hace tiempo queremos proteger. Nuestro país ha firmado el compromiso, y Santa Fe es parte de él.
El art. 124 de la constitución nacional, el art. 2340 del Código Civil, la ley federal 25675 y la provincial 11717 disponen la protección de los humedales y del medioambiente. Es evidente que, en un municipio como el nuestro, las islas, sus arroyos, riachos y la belleza paisajística, que estamos tratando de salvar desde hace mucho tiempo, y las leyes que mencionamos, deben ser fundamentales y prioritarias en pro del medioambiente, del bien común y del futuro de la humanidad. Esperemos que las nuevas autoridades tomen conciencia del compromiso que significa el cuidado de la naturaleza circundante, y actúen con inteligencia para considerarla, y valorarla, como uno de los patrimonios más valiosos de todos los ciudadanos.
Los humedales son vistos frecuentemente como tierras improductivas que pueden ser drenadas y convertidas para otros usos de la tierra. Desde el año 1900 más del 64% de los humedales se han perdido a través de su drenaje y conversión, y muchos otros han sido degradados. La biodiversidad, que depende del agua pura, se encuentra hoy en una pronunciada disminución. A medida que se pierden los humedales, las personas van perdiendo también su bienestar. Como la actual demanda de agua, tierra y alimento va en aumento, y el cambio climático se intensifica, los humedales se encuentran hoy bajo mucha presión.
Para aclarar y dimensionar la importancia del tema, leemos algunos conceptos de quienes exigen la vigencia de la Ley de humedales. Las zonas categorizadas como humedales deben ser consideradas BIENES COMUNES de la sociedad, no son territorios “improductivos”, sino que son áreas de importante valor biológico que se traduce en un alto valor económico. A nivel mundial se ha procedido a valuar económicamente a los servicios ambientales que producen y muchos países han invertido cuantiosas cantidades en reparar los humedales degradados con el fin de recuperar sus servicios ecosistémicos. Su reducción, contaminación y hasta desaparición impactarán en forma directa y provocarán pérdida de calidad de vida para toda la humanidad.
Lo firmado por la Argentina en la Convención sobre los Humedales de Ramsar, es un acuerdo internacional para promover su conservación y uso racional. El tratado cuenta con una Lista de Humedales de Importancia Internacional (Sitios Ramsar), en la cual se incluyen aquellos humedales reconocidos por sus características sobresalientes en base a criterios ecológicos, biológicos y físicos.
En nuestro país se han designado 23 Sitios Ramsar, que abarcan más de 5 millones y medio de hectáreas. Su administración se encuentra a cargo de las jurisdicciones provinciales, y de la Administración de Parques Nacionales en el caso de las áreas protegidas comprendidas por la Ley n.° 22351. La cartera ambiental nacional asiste a la misma en la elaboración de planes de manejo, capacitación, evaluación y monitoreo. También apoya acciones de concientización, información y educación ambiental.
No obstante, y si bien el convenio Ramsar, significa un paso adelante, en la protección de los humedales, la determinación precisa, de los mismos, no alcanza a la hora de sentar jurisprudencia. Esto, dio lugar a que el Dr. Juan José Neiff, investigador del CONICET, magister en Ecología Acuática Continental, doctor en biología y director del Centro de Ecología Aplicada. Una autoridad internacional, autor de varios libros y centenares de artículos en todo el mundo, presentara, con fecha Junio 2016, al Congreso de la Nación, una nota, de la cual leemos un fragmento, referido a esta falencia, y a las normas establecidas en el año 1971. Dice así: En este caso, se presentarán numerosos conflictos de partes, con difícil resolución judicial, debido a la imprecisión del mencionado texto.
Durante muchos años he realizado investigaciones en humedales de Sudamérica, y merecí el reconocimiento del Honorable Senado de <st1:PersonName ProductID=»???