Saludo anual
Los pobres años son inválidos y no pueden hacer otra cosa que modificar un dígito. Nada de año nuevo, solo para conseguir ser más viejo y sentarse a esperar las ofrendas que un número nunca podrá generar.
Yo ansío que el clima y la alegría que se siente, en cada vuelta gratis que damos al sol, nos sirvan para plantearnos un pequeño esfuerzo personal, concretado en acción, que pueda generar algunos de los cambios que estamos cíclicamente enunciando y deseando.
Es mi deseo que gestemos ideas, principios y proyectos con acciones propias y no por tiempo, sino por necesidad, urgencia y trascendencia, eso si, con buena salud y, espero, tengas buenos vientos para los buenos rumbos.
Que tu navegación sea solidaria y el deseo de llegar a puerto alegre tu vida.
Noche buena y año bueno.