49 – Corruptos

Para no equivocarnos y dejarnos llevar por lo más publicitado, vamos a aclarar que corrupción no es solo afano. Lo que pasa es que esa corrupción, que provee dinero mal habido, es la corrupción de la que hacen uso los que tienen alguna clase de poder y, por ende, son más conocidos, más observados y más públicos; lo que trae aparejado aparecer en TV y pertenecer a una pequeña élite que es mirada por los millones de argentinos que están en el exterior de la pantalla y que no saben que pensar de lo que ven porque la mayoría de ellos también están corrompidos. Y no se enojen antes de tener una idea clara de lo que digo, porque sino ya van a empezar a corromper los pensamientos.
Vamos a empezar leyendo algunas definiciones de libro, en cuanto al significado de la palabra corrupción.
La corrupción es una forma de salir de lo original y puro de una cosa o idea, es un deterioro a la integridad, atributo o principios de moral.
Y para que quede más claro, sumamos: la corrupción es un vicio de las conductas debidas, es decir, que altera la esencia de aquel principio en los comportamientos esperados, es una degeneración de la moral y las costumbres.
Quiere decir que no se necesita robar para ser corrupto, solo hace falta apartarse de lo que corresponde. Esto quiere decir que puede haber corrupción en el lenguaje, en la educación, en el tránsito. Puede haber corrupción horaria (aunque también es robo del tiempo ajeno), y tantos tipos de corrupciones que va a ser más fácil conocer los antónimos, es decir, lo opuesto;
Antónimos: honradez, integridad.
Pero para evitar confusiones y proveer a la claridad, veamos los sinónimos de honradez e integridad.
De integridad: honradez, probidad, rectitud, moralidad, decencia, lealtad.
De honradez; honestidad, integridad, rectitud, sinceridad, decencia, lealtad, moralidad, desinterés, conciencia, honorabilidad, dignidad.
Y todos estos términos tienen un antónimo común. Lo contrario, lo opuesto de todos estos conceptos es; corrupción.
Si repasamos los significados de todos los valores, vamos a ver que todos ellos tienen que ver con uno de los conceptos; conciencia, ¿Y como define la RAE conciencia?
Conocimiento interior del bien y del mal.
Conocimiento reflexivo de las cosas.
Y, tal vez, no quede claro el papel de la conciencia en nuestros actos, vida cotidiana o manera de ver las cosas, de pensar o de tener una valoración de alguien o de algún suceso protagonizado por alguien.
Para tratar de discernir cual es nuestra calificación, a partir de nuestros pensamientos o de nuestra manera de obrar, debemos saber el peso de la conciencia en la balanza de nuestro espíritu y, a partir de allí, poder situarnos. Creo que ya podemos deducir lo que es una conciencia ecuánime.
¿Qué sería una conciencia errónea? Esta: La que con ignorancia juzga lo verdadero por falso, o lo falso por verdadero, teniendo lo bueno por malo o lo malo por bueno.
Y aquí tenemos que aclarar que una persona ignorante puede actuar o pensar concientemente, porque estamos hablando de una conciencia ignorante, que no tiene nada que ver con ser analfabeto. Con lo que si tiene que ver es con la emotividad, porque para ser conciente hay que pensar, y si la emotividad es preponderante; adiós a la conciencia.
Muchos pensarán que el ser muy educado y culto ayuda a ser conciente; en algunos casos puede ser, siempre que a esas cualidades se les agregue valor moral y ser pensante. ¿Cuántos intelectuales, profesionales o caballeros han visto vociferar insultos, arrojar objetos o tomarse a golpes de puño en una cancha de fútbol?
Pero vayamos al argentino común. Para el 90% de los argentinos Maradona es Dios, y un gran porcentaje del endiosamiento se lo debe a un gol hecho en un partido internacional con la mano. Todo estaría bien si fuese legal, pero realizó una acción en contra de las reglas establecidas, es decir cometió una acción inmoral. Transparentando; Maradona es corrupto, y hace gala de su condición, como todos los que lo admiran, admitiendo su corrupción a partir de un sentimiento irracional.
En la otra orilla está Cachito Vigil, que siendo entrenador de Las Leonas les hizo perder veinte invictos, entrando a la cancha y pidiéndole al árbitro que modifique su decisión y cobre un gol lícito de Alemania, que éste no había convalidado. Cachito Vigil camina sin que lo persigan las cámaras, y la mayoría de los argentinos no se acuerdan de el o piensan que, además de Vigil, es un gil.
Los conductores no respetan al peatón, y los peatones no respetan mínimas normas de convivencia, ya sea estacionando en ochavas, en doble fila o cometiendo infracciones de las que son perfectamente concientes, mientras los caminantes arrojan basura en las calles, ensucian paredes y producen destrozos. Ambos, además de cometer ilícitos, les importa un bledo el prójimo, pero, en caso de visitar otro país evolucionado, son tan cumplidores de las normas como los nativos más aplicados. A la corrupción hay que sumarle la hipocresía.
Y volviendo a los Celebrity que los argentinos admiran, y son sus referentes, y para no hacer distinciones de género, la tenemos a una mujer, Moria, que en su larga vida se ha vendido por dinero, se ha drogado junto su hija, que un día dice; me ne frega la realidad, yo levanto los vidrios polarizados de mi auto importado y no me importa nada, y al poco tiempo se postula como candidata a diputada, vota a Menem y, luego, está junto a la señora de Kirchner.
¿No será mucho? Sin embargo es un referente para los argentinos, que la idolatran, y consideran sus palabras como válidas y superiores al resto de sus pares, y ella define como lengua karateca, tal vez sin saber que teca significa persona, y persona; sujeto de derecho y obligaciones, cuando, por su biografía, sus palabras solo pueden ser inimputables.
Mientras tanto, personas como Norma Aleandro, talentosa y coherente integralmente, son casi invisibles para la gran mayoría de la población.
Y lo más triste es que la corrupción nos está llegando al alma y ya casi no nos lastima, y esa victoria fenomenal del resquebrajamiento moral se la debemos, en gran parte, a quienes tienen el poder de acceder a los medios de comunicación masivos. Todos; quienes hacen uso de ellos y quienes viven de ellos, para quienes el interés del uso de una herramienta, que debiera cumplir una función social, es solo la fórmula para conseguir poderes de cualquier índole que, generalmente, encarnan el morbo del dinero.
Probablemente la corrupción existía y estaba dormida, pero el avance avasallante de los medios de comunicación la convirtieron en una pandemia y amenaza transformarse en un mal endémico que produce anticuerpos y, aunque corrompe la moral, no afecta la salud física, por lo que no produce inquietud a la mayoría de los mortales y, por el contrario, los hace más fuertes exteriormente y engrosan su ego; cuando comprueban la aprobación del silencio y, a veces la adhesión, de la mayoría de la población corrompida. Y eso se va mamando desde chiquito.
La tele, las chicas, con buen cuerpo y poca ropa, que a una semana del primer escándalo ya están dando notas desde Miami. El fútbol, con muchachos hábiles con los pies y ganando, en un mes, lo que un científico puede ganar en muchos años, y los barras bravas, delincuentes, que viajan gratis al exterior. Los, políticos o no políticos, poderosos, millonarios e impunes, mostrando su blindaje por TV. La niña, esperando el Bondi en una esquina de invierno, para encarar largos años de estudio, mientras piensa en la lolita famosa que vio, anoche, desfilar en la tele…, con esto ya alcanza para comprender a la mayoría de los argentinos y calificar a los medios de comunicación, pero no es un atenuante a la hora de elegir viajar en un vehículo que es un peligro para los demás, y flojito de papeles, o atravesar la vida concientemente y con la tranquilidad de que el medio elegido es lícito y el rumbo el correcto para arribar a la meta elegida. HLB
Como regalo; tres pensamientos de gente lúcida, que vienen al caso, y un link.

La moralidad moderna consiste en aceptar el modelo de una época.
Considero que para cualquier hombre culto aceptar el modelo de su
época es el modelo más grande de la inmoralidad. Oscar Wilde

La televisión es el primer sistema verdaderamente democrático, el primero accesible para todo el mundo y completamente gobernado por lo que quiere la gente. Lo terrible es precisamente lo que quiere la gente. Clive Barker

Por un pan cambiaste, como yo, tus ambiciones de honradez. Enrique Santos Discépolo

http://www.taringa.net/posts/videos/15447923/Conociendo-a-la-nefasta-Moria-Casan.html