36-EL ROÑA Y EL CHOLO

Ya hubo un encuentro muy publicitado, en donde estos dos personajes del boxeo espectáculo se enfrentaron en nuestro país. Fue en febrero, en Mar del Plata. Ganó Castro por puntos y, parece. se ganó bastante plata.
Por supuesto que el Cholo ( apodo que significa indio civilizado) habló como un aborigen, removiendo la costra de la particular cobertura del Roña; conformando un dúo que, en última instancia, sirve para congregar gente alrededor de un boxeador que se está yendo y necesita seguir viviendo de la manera a que está acostumbrado y de un peleador que trabaja de boxeador pero que es ñoqui del gimnasio.
La cosa daba para otra pelea rentable y tal vez para una tercera. Y así fue, pero en Panamá, la tierra de Durán.
Seguramente allá, el desarrollo no es mayor ni los promotores de estos negocios mejores, así que hubo de todo.
El mismo día de la pelea, Castro no aparecía. Después la plata no aparecía. Al final, y por la magia de la televisión (que parece que es la que más iba a perder), se solucionó el problema y se logró que el “Roña” no busque más ídem y, a la noche, estuviese en el lugar del festival y en su camarín. En su camarín, porque de allí no quería salir, cuando todo hacía suponer que para ganarse el puchero tenía que estar arriba del ring. Parece ser que no se sabía quien era quien y que Jorge Locomotora no estaba como para volverse sin la plata; por lo tanto quería que la llave de la caja fuerte del promotor estuviese en su poder, antes de salir para el cuadrilátero.
Todos estos problemas ya se venían avizorando, cuando el “Roña” se desplazaba en ojotas, dentro de una limosina, conversando con periodistas argentinos.
Al final la pelea se hizo. El “Roña” no pudo ganar por vago, El “Cholo”, con casi 50 pirulos, se la bancó y va a poder seguir rebuscándose unos mangos por un tiempo, y la gente de Panamá y nosotros, por televisión, vimos boxear a dos sentimientos que nos hicieron vibrar, agradeciendo no estar allí al final, en donde hubo piñas extras, vasos de whisky y trozos de hielo que buscaban darle el matiz coreográfico adecuado al cierre del espectáculo que ganó el “Cholo” Durán.