29-CONVIVENCIA

Dicen los sicólogos que los miedos, las fobias, los gustos, etc., son el resultado de situaciones vividas en la infancia y que, generalmente, no recordamos o no dimensionamos. Otras veces ocurre lo contrario, recordamos cosas perfectamente, casi siempre triviales en nuestro concepto actual, pero no sabemos por que, y estamos casi seguros que no han influido para nada en nuestra personalidad.
Esto último me ocurre frecuentemente a mí, me acuerdo de una camionada de pavadas y he olvidado todas las cosas importantes.
Una de estas pequeñas cosas recordadas, proviene de cuando no era tan chico pero, vaya a saber por que extraños mecanismos, nunca la he olvidado.
De visita en la casa de un amigo, cuyo padre tenía como hobby y negocio la cría de peces, me enseñaron una pequeña pecera rectangular que estaba dividida en el medio por un vidrio que formaba dos compartimientos, en cada uno de ellos un pez, que no recuerdo el nombre, pero sí recuerdo que eran asesinos. Y como eran asesinos, había que evitar que se juntasen para que no se asesinaran.
No se por qué, esto me impresionó muchísimo, tanto es así que nunca lo olvidé, pero tampoco traté de comprenderlo porque la comprensión humana está muy lejos del instinto animal, más aún de seres fríos que viven sumergidos en el agua y se me aparecen como los más alejados de sentir algo (delfines aparte).
Ustedes se preguntarán a título de que les hago perder tiempo leyendo esto. Es para que me ayuden. Días pasados, otro amigo, que tiene como hobby ir a ver partidos de fútbol, me contaba que, en las tribunas de las canchas, ya no alcanza con separar a la gente de las distintas hinchadas, ahora hay que dejar espacios suficientemente amplios que impidan la llegada de proyectiles de distintos tipos. Además se necesitaría un policía cada 10 seres humanos para evitar el acercamiento fuera de la cancha y que no se repitan los asesinatos que ya han ocurrido.
Nunca traté de comprender a los peces asesinos porque son animales, son fríos y viven sumergidos, pero, por favor, traten de ayudarme a que me quepa en la cabeza la idea de integrar, para el análisis, esta especie humana fugitiva de la comprensión.