Hace muchos años, y cuando estábamos bajo el poder de la fuerza, se ponía énfasis, y algo más, para exacerbar el extremismo emotivo del pueblo, mediante la elevación triunfalista del fútbol. Se hacía uso de la cadena nacional con reiterados comunicados, que acentuaban la imagen del poder. se acuñó una frase que se divulgaba de todas formas, y que decía “Los argentinos somos derechos y humanos”, y, como plato fuerte, se reavivó el seudo patriotismo del pueblo, decretando una invasión imbatible a Las Malvinas, que iba a dar escarmiento hasta a la nobleza. Mientras tanto no había ninguna comunicación visible sobre los manejos y los despojos que ocasionaban los oscuros negociados del poder y sus protegidos.

Hoy, cuando veo grandes inversiones para apabullar con fútbol a la gente, interrupciones televisivas continuas para comunicaciones que no modifican en nada la realidad, se inicia una campaña pro Malvinas que hace que la gente desvíe sus ojos del continente y leo y escucho, continuamente, un slogan que dice: “Argentina, un país con buena gente” (y si somos buena gente, somos derechos y humanos ¿no?)… no se porqué, recuerdo y siento un ruidito que me da un poco de miedo, a pesar de regir la democracia.