11-LA FOTOGRAFÍA GENUINA
Los pintores disponen de la tela, eventualmente un atril, una paleta con pintura, uno o varios pinceles, un modelo a su disposición, o no, y el tiempo y la posibilidad de plasmar una imagen, de acuerdo a la visión personal, y subjetiva, que, de ella, cada autor tenga.
Los fotógrafos disponen de una cámara, un objeto, un visor que enmarca la imagen que ellos eligen, y la posibilidad de plasmar un todo en un instante que será único e irrepetible. Esa imagen, ese particular encuadre, ese preciso instante elegido, es el arte fotográfico genuino, y ese arte fotográfico genuino es la posibilidad de la creación a partir de la sensibilidad de un hombre, de su inmediata visión creativa y del instrumento que le permite documentarlo en forma instantánea.
A partir de allí, el artista fotógrafo puede conseguir efectos diversos que realcen su obra, pero siempre con las exclusivas posibilidades que le ofrece la versatilidad de su herramienta. En el preciso instante en que oprime el disparador, se materializa el acto creativo que el dominio de su cámara, y su particular visión, le permitió documentar y plasmar.
La fotografía tiene el valor de la mirada del fotógrafo y su particular visión de un hecho, una situación, un gesto eventual, una imagen mutable, fugaz e irrepetible que solo puede captar el fotógrafo y su cámara.
A partir de allí, solo la luz y el movimiento pueden aportar al hecho artístico, creado por el fotógrafo, con la única y personal visión que sus neuronas han materializado en su cerebro.
La composición, el equilibrio, el objeto y los elementos que el fotógrafo puede integrar a su ojo rectangular deben estar materializados en el momento en que la cámara captura su visión; visión personal e irrepetible que pensó, descubrió y plasmó, en un instante, su ojo y el clic del obturador que grabó la imagen intocable e inaccesible y que será el patrón de medida del arte fotográfico.
La creatividad se genera antes de concretar la imagen, y esa es la fotografía genuina.
Podría decir que la fotografía tiene la virtud exclusiva de documentar un hecho que puede ser emoción, suceso, belleza o denuncia, pero siempre preservando la pureza y legitimidad del instante en que fue concebida.
Para terminar podemos recordar que el pictorialismo pretendió manipular las fotografías para que sean “artísticas”, desapareciendo a principios del siglo pasado y al final de la primera guerra mundial. Mientras Robert Capa y Henry Cartier Bresson, junto al grupo Magnum, continúan haciendo historia luego de documentar la segunda guerra mundial con fotografías genuinas.
HLB